Protege tu inversión: ¿Póliza jurídica o aval al rentar una propiedad?

A la hora de rentar una propiedad, tanto si eres propietario como inquilino, es crucial considerar las medidas de protección adecuadas. Dos opciones comunes son la póliza jurídica y el aval. En este artículo te vamos a explicar de manera sencilla las diferencias y ventajas de cada opción, así podrás tomar una decisión informada y asegurar una experiencia de alquiler tranquila y segura.

La póliza jurídica:

Es un contrato de seguro que proporciona cobertura en caso de incumplimiento o daños durante el periodo de alquiler. Estas son emitidas normalmente por firmas jurídicas especializadas y en algunos casos por aseguradoras. A cambio de un pago único que cubre el periodo del contrato, la compañía contratada asume la responsabilidad de proteger al propietario y al inquilino de posibles situaciones adversas. Algunas de las ventajas clave de una póliza jurídica son las siguientes:

  1. Protección financiera: La póliza jurídica cubre los daños a la propiedad causados por el inquilino, evitando que el propietario deba asumir los costos de reparación.
  2. Cobertura legal: En caso de disputas legales relacionadas con el contrato de arrendamiento, la póliza jurídica puede cubrir los gastos legales y proporcionar asesoramiento jurídico necesario.
  3. Pérdida de renta: Si el inquilino deja de pagar el alquiler, la póliza jurídica puede cubrir la pérdida de ingresos durante el periodo de morosidad.

El aval:

Es un contrato en el cual una persona o entidad se compromete a responder por las obligaciones del inquilino en caso de incumplimiento. El avalista, generalmente un familiar o amigo cercano, se convierte en garante de la deuda en caso de que el inquilino no pueda hacer frente a sus responsabilidades. Aquí están algunas ventajas del aval:

  1. Respaldado por una persona de confianza: Al tener un avalista, el propietario puede sentirse más seguro, ya que cuenta con la garantía personal de alguien cercano al inquilino.
  2. Proceso de alquiler más rápido: Para algunos propietarios, el aval puede agilizar el proceso de selección de inquilinos, ya que proporciona una seguridad adicional en caso de problemas.
  3. Flexibilidad en los requisitos financieros: Si un inquilino tiene dificultades para cumplir con los requisitos financieros del contrato de alquiler, la presencia de un avalista puede permitirle calificar para el alquiler.

Conclusión:

Al decidir entre una póliza jurídica y un aval al rentar una propiedad, es importante sopesar cuidadosamente tus necesidades y preferencias. Si valoras la protección financiera, la cobertura legal y la tranquilidad, una póliza jurídica puede ser la mejor opción para ti. Por otro lado, si confías en un avalista de confianza y deseas una mayor flexibilidad en los requisitos de alquiler, el aval podría ser adecuado para tu situación.

Recuerda que tanto la póliza jurídica como el aval tienen sus propias condiciones y costos asociados, así que te recomiendo investigar, comparar diferentes opciones y sobre todo tener acompañamiento experto antes de arrendar o rentar una propiedad.

Gabriela Villarreal 

Founder & CEO 

Villarreal Bienes Raíces

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